El aroma del sentimiento mexicano... (video)
Domingo, 05 Ene 2014
México,D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo
Jerónimo paseó la única oreja del festejo
Aunque quizá la oreja que cortó se debió más bien a la rotunda estocada con la que liquidó a su primer ejemplar, Jerónimo regaló instantes de ese sentimiento mexicano que atesora y, si la cosa no subió de tono y quedó solamente en aroma, fue porque el ejemplar no contó con mayor fondo.
De hecho, el torero poblano tuvo que serle muy paciente a este burel e irlo esperando, pues llegó al tercer tercio un tanto agarrado al piso, aunado a su poca fuerza y a que no permitía tandas que superaran los cinco muletazos. Sin precipitarse, Jerónimo supo aguantarlo y, cuando acudía a la sarga, llevarlo a media altura y sin forzarlo demasiado, aprovechando que el toro tenía cierta clase.
En esta tesitura, surgieron los “olés” ante algunos derechazos con mucho empaque y alargando lo más posible estos trazos que tuvieron sentimiento, pues Jerónimo es un torero que siente mucho todo lo que hace en el ruedo y más cuando logra correr la mano y ligar los muletazos. Al natural también pudo dejar momentos impregnados de ese instinto tan mexicano, pues la tauromaquia de estas tierras tiene, ante todo, sentimiento y largueza.
Una pena que la faena haya sido intermitente y no lograra despegar por completo, pero ahí queda ese aroma tan especial que Jerónimo esparció en el redondel capitalino. Al final, y tras el espadazo descrito, la oreja fue aplaudida por los pocos pero entusiastas concurrentes.
Su segundo llegó todavía más aplomado a la faena de muleta y no tenía mayor clase cuando acudía luego de insistirle mucho. Jerónimo se mostró tesonero e incluso alargó de más el trasteo, para retirarse a la barrera en medio de algunas palmas.
Mario Aguilar realizó la faena más completa de la tarde y lo hizo ante el tercero, el ejemplar de menor presencia ( un "chivín") pero mayor movilidad. El de Aguascalientes, que se notó con mayor reposo y madurez, realizó un bonito quite por navarras y con elegancia inició su trasteo sacando al burel de las tablas hacia los medios.
Acompañando con la cintura y haciendo gala de una gran suavidad, Mario comenzó a endilgar los derechazos en tandas muy bonitas y que le fueron coreadas, mostrando ese toreo que tanto había gustado cuando recién inició en esta profesión. Inspirado, vinieron también los detalles, como cambios de mano y desdeñosos muletazos.
Los naturales tuvieron verticalidad y la misma suavidad, apenas tomando el estaquillador con las yemas de los dedos. Aunque el ejemplar vino a menos, Mario intentó seguir por la misma línea para redondear una faena que finalmente no alcanzó premio, pues la estocada conseguida no fue suficiente y tuvo que hace uso del descabello. Sin embargo, el público le reconoció y lo sacó al tercio.
El segundo de su lote poco se prestó para el lucimiento, aunque por momentos pudo regalar buenos instantes. La posibilidad de que la cosa fuera a más se esfumó y el hidrocálido fue finalmente aplaudido debido a lo interesante de su labor y al esfuerzo que desplegó.
El español Leandro Marcos confirmó su alternativa y a decir verdad no hubo suerte. El primero de la tarde no estaba sobrado de fuerza y, pese a esto, quizá al torero le faltó “atacarlo” un poquito más. A decir verdad hubo buenos momentos y en los que toreó bien con la diestra y algunos naturales, pero su labor no llegó a despegar y el toro terminó defendiéndose, con la cabeza suelta.
Su segundo ejemplar no le ofreció mayores posibilidades, pero fue materia para mostrarse voluntarioso. Visto lo visto, decidió regalar al primer sobrero, un toro que terminó por rajarse y tampoco resultó apto para poder lucir, de tal forma que el tema se fue diluyendo.
Ficha México, D.F- Plaza México. Decimosegunda corrida de la Temporada Grande. Unas 4800 personas, en tarde agradable. Siete toros de
Carranco, de escasa presencia y feas hechuras, con poca fuerza y descastados en general; el 3o. fue el de mayor movilidad y calidad. Pesos: 474, 472, 470, 480, 498, 500 y 525 kilos.
Jerónimo (azul rey y oro): Oreja y palmas.
Leandro Marcos (rosa y oro con remates negros): Silencio tras aviso en su lote y silencio en el de regalo.
Mario Aguilar (corinto y oro): Ovación tras aviso y palmas. Incidencias:
Leandro confirmó ante el toro "Revenido II", número 31 y con 474 kilos; después, fue arropado por el 2o., durante el tercio de varas.
Cristian Sánchez saludó tras parear al 4o. El juez
Jesús Morales olvidó rendir un minuto de silencio a la memoria de
Antonio Martínez "La Crónica", subalterno en el retiro fallecido la semana pasada.
Comparte la noticia