En el nivel de sus actuaciones recientes, incluyendo la Temporada Grande en la Plaza México o la reciente Feria de San Marcos, Octavio García “El Payo” tuvo una actuación entonada en la primera corrida de feria en San Juan de Río, ésta vez sí pudiendo coronar con la espada la faena al primero de su lote.

Y fue una faena de mérito, ya que al de De Santiago le costaba emplearse, a lo que el torero queretano respondió con un planteamiento serio y firme, exigiendo lo justo al toro para obtener muletazos de gran calidad, con serenidad y buen gusto, sobresaliendo el empaque en los derechazos y la figura relajada en los pases por el pitón izquierdo. El toro acabó corto al final de la faena y El Payo lo pasaportó de una estocada entera y contraria que fue suficiente para hacerlo doblar y conseguir el corte de las dos orejas. Por encima del premio destacar las buenas sensaciones transmitidas por Octavio.

El cuarto de la tarde tuvo una salida incierta y haciendo cosas de manso, y nuevamente El Payo hubo de emplearse para sacar los muletazos, sobresaliendo los pases por el pitón izquierdo, en el tenor de la faena anterior. Tras el epílogo por manoletinas recetó media estocada en buen sitio, para ser ovacionado. El sexto fue un toro áspero con el que Octavio realizó una faena de aliño, que era lo que correspondía. Tras un pinchazo y una estocada entera en buen sitio escuchó palmas e incomprensiblemente algunos pitos, mismos que le acompañaron a la salida de la plaza. Cosas veredes.

Un apéndice cosechó Eulalio López “Zotoluco” con el segundo de su lote, el más serio del encierro. Inició espectacularmente su saludo con el capote con una larga cambiada de rodillas, y habría de repetir planteamiento al iniciar de hinojos su trasteo muleteril. Faena larga a un toro que daba la impresión de irse a menos tras perder las manos casi al inicio del último tercio, convirtiéndose justo la largueza de la faena en el mérito de Zotoluco, que complació al público intercalando buenos pases y otras tantas concesiones a la galería. Cortó la oreja tras concluir de pinchazo, una estocada ligeramente caída y un descabello.

Su faena al que abrió plaza tuvo dos partes bien diferenciadas, la primera con relajación al extraer pases al natural ante un toro que no terminó de romper en el último tiempo del muletazo, la segunda con desplantes para calentar el tendido hacia el final de la faena. Resaltar la evocación a Curro Rivera al pegar un par de circurrets, antes de culminar de pinchazo y tres cuartos de espada ligeramente desprendida. Fue llamado a saludar la ovación desde el tercio.

En el quinto de la tarde realizó otra faena larga, si bien al toro le faltó transmisión y por ello no terminó de romper el trasteo. Tras pinchazo y estocada escuchó palmas.