Advertencia: Esta es una sección donde encontrarán distintos rumores, chismes y alguna que otra broma, con la finalidad de comentar lo que se dice en los llamados "mentideros taurinos", donde se suele "largar" sabrosamente. Así que nadie se me vaya a sentir ofendido.

¡Se montó en su macho!

Sus razones tendrá, desde luego; y son muy respetables. Me refiero a ese monstruo del toreo a caballo, como es Pablo Hermoso de Mendoza, que el otro día en Pachuca cumplió su corrida número dos mil y triunfó por todo lo alto, cosa que, a estas alturas del partido, ya no es noticia. Lástima que no pensó en los que no pudimos ir a la “Bella Airosa”, pues nos hubiera encantado ver el festejo por televisión. Pero dicen en los mentideros taurinos que por más intentos que hizo el empresario Julio Uribe para convencerlo de televisar la corrida, el rey de Navarra se montó en su macho y dijo que con velitas o sin velitas, pero "nel, pastel". Ahora habrá que esperar a que le organicen otra celebración tan lujosa cuando cumpla las ¡3 mil corridas! Y ahora sí, señores, no me la voy a perder por nada del mundo, aunque me saquen del asilo y me lleven en silla de ruedas a los toros.

Menudo lío para los empresarios

La reciente cornada del maestro Julián en Sevilla ha puesto en jaque, una vez más, a buena parte del empresariado mexicano. ¡Qué mala pata, caray! Y en menos de dos meses y medio, como si de un castillo de naipes se tratase, las contrataciones del madrileño se han venido abajo. La gran incógnita es saber si podrá venir a torear a mediados del mes de mayo, las últimas tres corridas que tenía en la agenda los días 10, 11 y 12. Aunque todavía es prontito para saberlo, el rompedero de cabeza comenzó ayer mismo, seguramente cuando el móvil de don Roberto Domínguez, el apoderado del madrileño, no paraba de sonar. Vamos a esperar acontecimientos… y sustituciones o, en el peor de los casos las suspensiones de algunas de las corridas en la que estaba anunciado este figurón del toreo.

Le "roban" nombre al Pana

El otro día en Madrid, y con un gran desenfado, el esperanzador novillero Brandon Campos dijo en la “tele”, cuando le preguntaron el nombre de un lance que no conocían los comentaristas hispanos: "Se lo he visto al maestro El Pana", dijo, "…y yo le puse el nombre de ‘la carmina’”. Se trata de "La veleta", ese maravilloso lance que nunca le había visto ejecutar a otro torero que no fuera el Brujo de Apizaco, su inventor, pues entraña una gran dificultad y saberle “tantear muy bien el agua a los camotes”. Porque es preciso girar el capote despaciosamente por arriba a de la cabeza y luego tender la suerte para enganchar al toro en una verónica, cuando éste ya viene arrancado al hilo de las tablas. Ahí queda eso. Cuando se hace con ritmo y sincronía de movimientos, "La veleta" es una auténtica chulada. Y aunque a Brandon no le salió tan mal, se agradece que lo haya estrenado en la plaza de Madrid, como lo hizo el otro día el novillero queretano, que se atrevió a ello. Lo que no se vale, chaval, es piratearle el nombre al maestro de Apizaco, ¿no te parece?

Original pedimento casamentero

Hay novios muy originales… y muy taurinos. Ya he sido testigo, varias veces, de entrega de anillos de compromiso en una plaza de toros, pero quizá nunca antes había tenido noticia de un hecho tan singular como el que ocurrió hace algunos días en el mismísimo ruedo de la plaza "San Marcos" de Aguascalientes. Resulta que un chaval, me dicen que atiende al nombre de Juan Carlos Morales, se le ocurrió invitar a su gachí, de nombre Dennis, a una merienda romántica sobre la arena del añejo coso. Ya en los postres, salió un monosabio con un letrerito que decía: "¿¡Cásate conmigo!?" Acto seguido, el hombre se puso rodilla en tierra y sacó el anillo, al tiempo que sus amigos, que se mantenían escondidos, ocuparon rápidamente las barreras del coso y sacaron sus pañuelos blancos en demanda de un emocionado "¡Sí quiero!"