El campo bravo nacional cuenta con un importante catastro de criaderos de toros de lidia de primer nivel los que presentan sus productos en las ferias más importantes del Ecuador; desde 1978, a la fecha, esta actividad registra una constante progresión a raíz de la importación de vacas y sementales de España llevada a cabo con la idea de reconstituir las vacadas existentes y promover la formación de nuevas ganaderías.
Con ese punto de referencia los hierros locales han alcanzado un alto nivel de profesionalidad y calidad, consecuencia además de la constante renovación de la simiente y del cuidadoso manejo del campo y de las rigurosas pruebas de selección de los machos y las hembras que marcaran el futuro de la divisa.
Este es el caso de Mirafuente y Vistahermosa, toradas establecidas con el objetivo de lograr un importante salto cualitativo en los procesos de crianza, reflejado en la condición de los astados en el ruedo, en los que deben primar, el trapío, la bravura y la casta; es decir, el aspecto del toro de acuerdo a las características fenotípicas de su linaje, la bravura expresada en la pelea con el caballo en el tercio de varas y la casta manifestada en la faena de muleta.
Mirafuente surgió hace 15 años con la adquisición de vacas y sementales de procedencia de Juan Pedro Domecq de la línea El Torreón que perteneció a Felipe Laffita, hoy en manos del matador de toros colombiano César Rincón; la conformación de la ganadería reclamó varios años de dedicación para superar dificultades como la cortedad de las camadas, es decir el escaso número de toros que cumplían con los parámetros anotados y la desigualdad en el comportamiento de los mismos.
"Con la aplicación de escrupulosos procesos de calificación y de inseminación, la ganadería fue reconvirtiéndose desde sí misma", explica su representante Wilson Vinueza, al destacar que han avanzado en forma significativa en la definición del ejemplar característico de la casa, procuramos dice “un toro fuerte, musculoso, que por su contenido de bravura entrañe peligro, transmita emoción y posibilite el triunfo del torero”; en esa dirección se registran notables avances pues varios son los toros de Mirafuente que se han lidiado con gran suceso, cabe anotar a Embromado premiado en Quito en la feria del 2001, al encastado "Zalamero", lidiado el 2004, también calificado como el más bravo del ciclo.
En años posteriores se lidiaron importantes reses en especial en las novilladas de la Feria Jesús del Gran Poder; los esfuerzos por fortalecer la bravura dieron resultados, al punto que en 2010 y 2011 son indultados en Ambato "Mimador" y "Vividor", reses de alta nota y emocionante lidia.
En el caso de Vistahermosa sus antecedentes nos remiten a la ganadería de Carlos Manuel Cobo, divisa gemela de Huagrahuasi, que lidió con regularidad en todas las plazas del Ecuador desde 1985 con el denominador común de la nobleza y toreabilidad, presentando encierros con brillantes resultados que supusieron una larga lista de reses galardonadas.
En el 2007 la ganadería cambia de propietarios y con ellos adquiere nuevos hierro, nombre y divisa, pasando a presentarse como Vistahermosa; aquel mismo año en el abono quiteño se indulta a Injuriado, un año más tarde en la misma plaza se le perdona la vida al novillo "Sopladito". Los éxitos continuaron de manera ininterrumpida; en el 2009, "Relimpio" fue indultado en Ambato, en la misma ciudad a año seguido por su comportamiento en la arena "Genio" se ganó la vida y el año pasado Mañoso fue considerado como el toro más bravo de la feria Nuestra Señora de la Merced.
En el campo los cuidados se multiplican, nos dice José Espinosa: "Aplicamos los conceptos tradicionales de crianza a los que sumamos las innovaciones del manejo genético", nuestro sueño, agrega, es preservar la pureza del encaste expresada a la hora de la lidia.
En la feria de Ambato de este año se lidiarán diez ejemplares con los hierros de Mirafuente y Vistahermosa, y con ellos se reeditará el sueño de la bravura en la arena.