El matador mexicano Diego Silveti fue revisado anoche en la Clínica Tungurahua de Ambato, donde los médicos de plaza le diagnosticaron un puntazo cerrado en la ingle derecha, producto de la fuerte voltereta que le propinó el primer toro de su lote durante su debut en la plaza monumental de esta ciudad ecuatoriana.

Además de esta lesión, Diego fue atendido de un corte profundo en el dorso de la mano izquierda, en la región del meñique, que requirió de nueve puntos de sutura. La herida se produjo con la espada cuando fue alcanzado por el toro de Vistahermosa al intentar ejecutar la primera bernadina, en la parte final del trasteo.

Después de ser atendido en la clínica, Diego y su apoderado, José María Garzón, salieron rumbo a Quito (130 kilómetros de distancia) para hacer noche ahí y volar hoy muy temprano hacia  la Ciudad de México, con la finalidad de que sea revisado por el doctor Rafael Vázquez Bayod la tarde de este lunes en su consultorio de Polanco.

La sugerencia de los médicos ecuatorianos era hacer una pequeña incisión para drenar la sangre del hematoma que ya se podía apreciar a pocas horas del percance en la ingle. El golpe del pitón también le provocó un severo dolor en uno de los testículos.

Cabe recordar que Diego sufrió una fuerte paliza el domingo 12 de febrero mientras toreaba en la plaza mexicana de Mérida, y tenía una abultada inflamación en la parte trasera del muslo derecho, además de un esquince en el tobillo izquierdo. Asimismo, venía arrastrando una fisura en un dedo del pie derecho, producto del pisotón de un toro en la corrida del 5 de febrero en la Plaza México.

Dolorido y maltrecho, además de anímicamente, Diego Silveti tratará de sobreponerse a estas lesiones para poder cumplir con el compromiso que tiene adquirido este martes en la plaza jalisciense de Autlán de la Grana, en la última corrida de carnaval, donde está anunciado al lado de Fernando Ochoa y Alejandro Talavante, con toros de Xajay.