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Bolívar sale a hombros en el cierre de Medellín

Sábado, 18 Feb 2012    Medellín, Colombia.    Rodrigo Urrego | Especial         
Tras cortar un par de orejas
Luis Bolívar puso colofón a su temporada colombiana  con un nuevo triunfo en Medellín. Cortó una oreja a cada uno de los toros que le correspondieron en suerte en la última corrida de la feria taurina en la plaza de toros "La Macarena", mientras que el español Antonio Barrera cortó la otra oreja del encierro.

La última corrida de la temporada tenía el aliciente de ser un concurso de ganaderías.En tarde en la que los focos de la atención se tendían sobre el comportamiento de los toros, Ramsés fue quien acaparó las admiraciones. Medellín pocas referencias tenía de su toreo. Y comprobó que el espigado diestro bogotano tiene un toreo profundo, de trazo largo y de mano poderosa.
 
Eso comprobó con el toro de mayor transmisión del encierro. Un toro de La Carolina, bravo y encastado, que aceptó la invitación de la muleta del torero con codicia y emoción.

Ramsés, afianzando los pies en la arena, le presentó el engaño muy adelante y se lo trajo muy embebido en su muleta. Lo condujo con temple, y además, se lo pasó muy cerca de su cuerpo. Fue una faena intensa y contundente, que no bajó de intensidad ni siquiera cuando el toro mermó su potencial, porque el torero acortó distancias y dejándose acariciar su cuerpo por los pitones, se pegó un arrimón muy serio. Se tiró a matar arriba y pinchó con verdad.

Luego con la misma fórmula dejó una espada tendida. La presidencia le negó una oreja al autor del mejor toreo de la tarde, de forma injusta, y decidió premiar al toro con la vuelta al ruedo. Un auténtico complot contra Ramsés, que en Medellín y Bogotá le han negado lo que ha conseguido con un toreo de formas particulares, de gran categoría. 

Luis Bolívar se fue a hombros de la plaza gracias a un oficio que ya se advierte de sobradas condiciones. Lidió los toros que desarrollaron mayor calidad. El tercero, de Ernesto Gutiérrez, embistió con mucha dulzura y el torero lo condujo con notable temple y con buen gusto. Un toro que fue premiado con la vuelta al ruedo, pese a que su desempeño fue a menos. 

El de Agualuna, que Bolívar brindó a los miembros de su cuadrilla, también tuvo un comportamiento decadente, pese a que nunca renunció a embestir con calidad. El torero lo lidió con mucha inteligencia, para que la faena tuviera la duración necesaria para sumar los méritos. Faenas de similar intensidad, y de igual premio, que le dieron el pasaporte para conquistar su sexta salida a hombros, en los siete festejos de la temporada colombiana.

Antonio Barrera cortó una oreja al cuarto, un toro de El Encenillo emocionante por la transmisión de sus embestidas. Fue otro capítulo intenso por la codicia del toro y la planta firme y segura de un torero que también estuvo a gran altura. El sevillano ligó series hilvanadas y reunidas, también templadas, y su obra también fue sólida. Con el de Vistahermosa que abrió plaza trató de encelar al animal que embestía con pocos deseos.

Los picadores, en tarde que tuvieron que exigirse pues todos los toros fueron dos veces al caballo y desde distancias considerables, tuvieron altibajos. Pero Luis Viloria, en el tercero, firmó el puyazo de la tarde, gracias a dos varas que fueron precedidas por una auténtica lección de toreo desde el caballo.

Ficha
Medellín, Col. Plaza de toros "La Macarena". Última corrida de temporada  Menos de media plaza.  Corrida concurso de ganaderías. Se lidiaron, por orden de antigüedad, toros de Vistahermosa (soso y sin emoción), Achury Viejo (parado), Ernesto Gutiérrez (noble y con calidad, vuelta al ruedo), El Encenillo  (encastado, vuelta al ruedo), La Carolina (bravo, vuelta al ruedo), y Agualuna (con calidad pero sin fondo). Antonio Barrera: Silencio tras aviso y una oreja. Ramsés: Silencio y vuelta tras petición. Luis Bolívar: Oreja y una oreja.


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