La tarde de este domingo se verificó la tradicional corrida de feria en Villa Hidalgo, Jalisco, misma en la que la mayor expectación estuvo centrada en la reaparición del joven hidrocálido Gerardo Adame, que al final de la tarde ha demostrado que quiere dejar a tras los momentos difíciles que vivió los meses pasados. Por su parte Fabián Barba, al cortar dos orejas, nuevamente enfatizó su solidez taurina, mientras Fermín Rivera se fue de vacío.
Desde hace ya un tiempo considerable, Fabián Barba mantiene una regularidad en su carrera; por ello hoy ha salido con una actitud de triunfo, con el que abrió plaza estructuró una faena en la que las tandas calaron en un público que aguantó la pertinaz lluvia. Tras un espadazo efectivo escucho una fuerte ovación.
Con el cuarto de la tarde, el hidrocálido aprovechó las buenas condiciones de su enemigo y aunque la lluvia no dejaba de caer, confeccionó una interesante pieza en la que los conocimientos y la técnica salieron a relucir, sobre todo en bellas tandas por ambos pitones. Al sepultar el acero recibió como premio las dos orejas; no cabe duda que Barba ha llegado a una madurez torera que le permite constantemente abrir las puertas de diversas plazas.
Justo hace nueve meses que Gerardo Adame recibió la borla de matador de toros, un tiempo muy corto en el que el joven torero ha vivido dos fases bien definidas: la primera desde aquel 29 de abril cuando Perera le otorgó la alternativa y en la que también logró adjudicarse la Oreja de Oro en el marco de la Feria de San Marcos 2011, entre otros logros, mientras que una segunda en la que estuvo en el hule y que afortunadamente ha terminado.
El día de hoy, a pesar de una intensa lluvia, Adame demostró, desde que se abrió de capa, en dos largas cambiadas, que los miedos naturales de un torero después de un duro percance están superados. En el primero de su lote con valentía realizó una labor variada en la que se pasó los pitones muy cerca de los alamares, aprovechando las condiciones de su enemigo ejecutó el toreo por ambos lados, a la hora de entrar a matar aun se pudo ver se debilidad natural. Al fallar con el acero, sólo escuchó un aviso.
A la hora en que saltó el sexto de la tarde las condiciones del ruedo eran ya muy precarias, sin embargo el de Aguascalientes salió en busca del éxito y para ello nuevamente expuso el físico en una labor en la que pareciera no venir de una convalecencia tan dura. Nuevamente fueron varios pasajes que calaron hondo en los tendidos, nuevamente estuvo errático con la espada, no obstante el público solicitó la oreja, misma que no fue concedida.
Fermín Rivera es otro joven que denota ganas de triunfar, lamentablemente ha pechado con el lote menos propicio y su presentación en Villa Hidalgo no ha sido lo que él quisiera, sin embargo la voluntad y los detalles quedaron patentes en varios destellos de un toreo que le ha permitido alcanzar varios triunfos