Banners
Banners

Desde el barrio: Urge un frente común

Martes, 27 Dic 2011    Madrid, España    Paco Aguado | Opinión   
La columna de este martes

Antes de que finalice el año que acabó con los toros en Cataluña, en España los antitaurinos se han apuntado otra victoria, parcial, aparentemente de poca monta, pero significativa. Porque, conquistada la Monumental de Barcelona para su causa, el siguiente objetivo es Galicia, donde también se cuece el caldo del nacionalismo.

Y allí, en la tierra de Celita, donde tomó su alternativa válida Luis Miguel Dominguín hace casi setenta años, los políticos han entrado al trapo para que en su próxima ley de espectáculos públicos se impida la entrada a las plazas de toros a los menores de doce años. A las de La Coruña y Pontevedra, hay que decir, que son los dos únicos recintos con actividad taurina habitual en esa Comunidad, aparte de alguna otra localidad  menor.

La táctica de los antis gallegos, con la complicidad de los partidos políticos, es idéntica a la que inició la batalla en Cataluña, e igual de simple: impedir que se fomente la afición entre los más jóvenes alegando no sabe bien qué supuestos efectos traumáticos que provoca la visión de la lidia a los niños y que ningún psicólogo infantil verdaderamente serio ha podido nunca demostrar.

Pero la perseverante campaña de los animalistas se harta de repetir, con modos hitlerainos, las mismas mentiras hasta conseguir convertirlas en verdades que asumen, como ha sucedido en Galicia, hasta los miembros del Partido Popular. Sí, ese mismo que nos dijo en la reciente campaña electoral que se iba a encargar de defender la fiesta de los toros. Y es que aquí todos prometen, hasta que meten…

Como por enésima vez se ha demostrado, no podemos esperar nada de los políticos. Somos nosotros mismo quienes debemos defender este espectáculo desamparado ante las nuevas modas morales, ante los nacionalismos antiespañolistas de España y América y ante los mesiánicos dictadorzuelos que, en conjunto, conforman el contexto en el que se mueven como pez en el agua los negociantes de una hipócrita y violenta campaña en defensa de los animales.

Por eso, sobre todas lo demás, urge una organización del sector taurino a nivel mundial, la creación de un organismo supranacional que salga al paso de estos ataques arbitrarios, que desmonte, con las armas de la ley, toda esa sarta de mentiras que están minando el futuro de este espectáculo mágico. Necesitamos ya mismo un seguimiento de los Internet, para ponerles barreras allá donde amenacen, para frenarles y evitar nuevas derrotas que, sumadas, les pueden llevar a la victoria final.

Es tiempo ya de que el toreo reaccione, de que todos sus elementos aporten en la medida de lo posible en este frente conjunto, bien coordinado internacionalmente, que evite casos como los de Ecuador –donde, por cierto, también se empezó por evitar la entrada a los tendidos a los menores de doce años-- o como los que empiezan a germinar en México, en Perú, en Venezuela, en Colombia…

Es hora ya de que el toreo deje sus luchas intestinas y de que el eterno juego de intereses quede en un segundo plano por una vez para preponderar este defensa unánime del futuro. Con la misma fuerza y la misma cohesión con que ataca el enemigo. Es hora ya de pasar a la acción, porque el tiempo apremia.  


Noticias Relacionadas







Comparte la noticia